celula procariota y eucariota

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miércoles, 14 de julio de 2010

Objetivos del Proyecto
Muchos son los hombres que a lo largo de la historia han buscado conocer los grandes secretos del universo. ¿Cómo comenzó la historia del cosmos? ¿Cuál era la situación del universo cuando se dio el Big Bang? ¿Cuáles son las partículas que establecen las formas y leyes de la materia en el universo?
Estos son algunos de los objetivos de la máquina conocida como LHC (por su sigla en ingles) o “Gran Colisionador de Hadrones”, que buscará recrear las condiciones físicas, es decir las leyes y fuerzas que regían el universo hace 14 mil millones de años, cuando se dio el Big Bang.
Otro de los objetivos primordiales de este proyecto es el de revelar la existencia de la partícula que los físicos llaman “Bosón de Higgs” que constituye el hipotético eslabón perdido en la teoría del modelo estándar de la física de partículas y que aclararía qué es lo que da masa a las cosas.
Para responder éstos y más secretos del universo se construyó esta maravilla de la ingeniería moderna.

¿Cómo Funciona el LHC?
El LHC es un acelerador y colisionador de partículas que a través del aislamiento en un circuito de un haz de partículas y al aumentar su velocidad e “inyectar” energía dentro del mismo, logra que, al exponerlo y hacerlo colisionar con otro haz sometido a la misma situación a velocidades cercanas a la de la luz, liberen cantidades inmensas de energía que en teoría se transformaran en materia. De esta manera se espera que aparezcan partículas ya conocidas pero también otras de las que no existe registro alguno.
Para que este proceso pueda llevarse a cabo y poder logran que las partículas viajen y choquen a velocidades tan altas, el LHC cuenta con un anillo de 27
Km. de circunferencia a 100 metros bajo tierra, ubicado en la frontera entre Suiza y Francia, dentro de la CERN, (Organización europea para la investigación nuclear), que cuando está funcionando almacena una energía total de 10 gigajulios, de los cuales 725 megajulios se dan en el haz de partículas.

La estructura de esta máquina está constituida por imanes superconductores y otras estructuras que aceleran el haz que atraviesa por ella y aumentan su energía. Estos imanes logran conducir la energía eléctrica de forma eficiente sin ningún tipo de pérdida de energía ni resistencia. Para que esto se produzca, estas estructuras deben estar a una temperatura de -271 grados Celsius. Esto es a 2 grados Celsius por encima de la temperatura 0 de la escala Kelvin, es decir la más baja posible.
Para lograr las colisiones, primero se ponen dos haces de partículas en sistemas de circuitos separados, donde se los hace aumentar de velocidad y energía. Luego, cuando están a la velocidad y con la energía necesaria, se los libera en un gran circuito pero en sentidos contrarios. Cuando alcanzan el 99,9% de la velocidad de la luz los haces dejan de aumentar de velocidad y comienza a aumentar su masa. Finalmente, para que se den los choques se guía ambos haces mediante otro tipo de imanes. Cuando se logra la colisión, y la energía es liberada en cantidades inmensas, las computadoras del LHC recolectan y archivan los miles de datos que libera este proceso para que luego los científicos puedan estudiarlos y así revelar las respuestas a muchos de los grandes misterios del universo.

El LHC, ¿ Un arma de doble filo?
Esta espectacular obra de ingeniería, creen los científicos, podrá ayudar a entender mucho del universo y poder producir nuevos tipos de energía. Sin embargo no debemos confiarnos, porque este tipo de máquinas trabaja con energía muy poderosa y a la vez todavía poco comprendida. Uno de los temores que este proyecto arrastra por ejemplo es que, en teoría, en los choques podrían darse pequeños agujeros negros, aunque los científicos dicen que no constituirían un peligro por su ínfimo tamaño. Otro de los temores es que se forme la llamada “materia extraña”, que podría convertir la Tierra en una estrella de neutrones sin vida.
En otras palabras, podríamos decir que el LHC en un arma de doble filo debido a que si no se toman los recaudos necesarios, podría ser la fuente de grandes desastres. Sin embargo si bien la máquina de Dios y sus experimentos, como se supone, pueden causar estragos, no se debe adoptar una postura apocalíptica hacia la misma, ya que los científicos que trabajan en el proyecto se toman con el mayor de los cuidados cada paso que hacen y evalúan cada posibilidad por más mínima que sea antes de hacerla funcionar. El LHC entonces, puede ser el medio por el cual la humanidad logre hallazgos científicos cruciales para entender mucho de lo que nos rodea.

En conclusión, el LHC es capaz de ilusionarnos, pensar que todo lo que creemos no saber hoy del universo, en un futuro no muy lejano, será develado, pero su funcionamiento debe ser cuidadosamente controlado para no volverse peligrosa para nosotros mismos.

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